Siempre que conozco a una persona y me preguntan a que me dedico. Siempre respondo de la misma forma. Soy Mentor.
Un silencio se apodera del ambiente acompañado de una cara de desconcierto.
Ah un coach. ¿Haces coaching? – Responde con una sonrisa.
No, soy mentor y mis sesiones son de mentoring.
Otro silencio.
No me incomoda que me digan que soy Coach. Tengo grandes amistades que si se dedican a eso. Pero mi metodología de entrenamiento mental es diferente.
El termino coaching inundó tanto la cotidianidad hace una década, que algunos piensan que ahora se llama mentoring para que la moda no se pierda. Y es que esos conceptos no son camisas que te puedas quitar o poner según la ocasión o la época.
Un Coach y un Mentor, no son lo mismo. Emplean técnicas diferentes de acompañamiento.
No voy a explicar que es un coach porque a estas alturas deberías tener sueños y pesadillas con ese termino. Te compartiré mi visión del concepto Mentor.
Un poco de historia siempre viene bien en estos casos. Te citaré algunos ejemplos.
Platón no hubiera llegado a sus conclusiones si Sócrates no hubiese sido su mentor. De igual forma Alejandro Magno sin Aristóteles, El profeta Elías mentorizó a Eliseo según la Biblia y el presidente de Estados Unidos Thomas Jefferson no hubiera alcanzado esa posición sin su mentor George Mason, el padre de la Carta de Derechos.
Todos estos mentores históricos tienen algo en común, que no son teóricos. Fueron seres humanos que alcanzaron un conocimiento sobre algo en concreto y crearon un método propio para acelerar el proceso de alcanzar un objetivo.
Mentor es la persona que enseña desde su experiencia. Acompaña a quienes quieren transitar un desierto de dudas, miedos e incertidumbres.
Mentor es la persona que interviene directamente en tu mente, abriendo posibilidades reales y verificadas en primera persona. No solo te hace preguntas poderosas o se limita a escucharte. También comparte sus vivencias, se muestra humano y vulnerable.
Mentor es quien cometió muchos errores para llegar a una conclusión. Sudó y lloró cientos de veces. Sangró y tiene cicatrices. Luego toda esa experiencia le llevó a conectar con la inspiración y comenzar un proceso de aprendizaje acelerado sin necesidad de saturarse con sus propias resistencias.
Un Mentor ha alcanzado la maestría en ciertos aspectos de su vida, y eso le convierte en fuente de inspiración para otros.
Saber que alguien antes que tú, pasó por lo mismo que estás experimentando, que tuvo miedos y emociones encontradas, no solo reconforta sino que da seguridad en los acompañamientos. Te motiva para que tu mente diga “es posible”.
Si crees que a día de hoy no has tenido ningún mentor, no estas en lo cierto.
Todos tuvimos dos grandes mentores al nacer: nuestros padres. Y no los consideramos mentores, porque tanto el Coach como el Mentor al ser actividades que se contratan, desplazan conceptualmente la figura de los padres.
Y esto es algo que repito muchas veces cuando las personas dudan en inscribirse en la Escuela de Mentores. Si tienes hijos, eres su Mentor. ¿Te has preparado para serlo?
Ejercemos el rol de Mentor varias veces en nuestra vida de manera inconsciente y tristemente desde la ignorancia. De allí, mi propósito en formar a personas como Mentores conscientes.
Escuela de Mentores y su Certificación, es una formación de nueve meses en Auto-liderazgo.
Durante ese tiempo, los alumnos reciben nueve módulos de información que deberán verificar en primera persona para no convertirse en teóricos, sino en maestros de su propia transformación interna.
Hay una diferencia enorme en liderar desde el conocimiento y liderar desde las creencias. Los padres, los jefes, los profesores en algunas ocasiones ejercen un liderazgo desde la ignorancia. Pero con esta afirmación te invito a que no la tomes como un insulto o juicio hacia nadie. La ignorancia tal como yo la enseño, es un estado mental donde el Ego nos hace creer que sabemos algo y no necesitamos aprender nada mas.
Para ser Mentor no hace falta dejar tu trabajo y dedicarte a pasar sesiones de mentoring en un espacio de co-working. Tampoco es necesario haber estudiado psicología o coaching. Para entrar en Escuela de Mentores deberás cumplir con un solo requisito: querer dejar de sufrir.
Y esto puede sonar fuerte. Hasta pienses por unos segundos que como no te ves como alguien que está sufriendo, esta formación no es para ti. Y nuevamente no estas en lo cierto.
El sufrimiento es un estado mental de insatisfacción que se manifiesta con varias emociones revueltas. Una tristeza mal gestionada te puede llevar a una depresión por no saber tratarla a tiempo. Una preocupación te puede llevar a ataques de pánico y ansiedad, anulando tu capacidad de actuar en lo cotidiano.
Formarse como Mentor es la invitación que te hago para que aprendas a trascender los hábitos de tu comportamiento que limitan tu capacidad de entrar en estados de calma y vivir en armonía.
En Escuela de Mentores aprenderás a identificar qué ocurre dentro de tu cabeza cuando tus emociones invaden tu razón y tomas decisiones equivocadas. Te daremos herramientas para que logres re-programar tu mente y crear nuevas conexiones neuronales en tu cerebro.
Ser Mentor no es alguien que enseña, también es la persona que está dispuesta a seguir aprendiendo de los demás para aumentar su maestría de la vida.
Ser Mentor no es una profesión, un oficio, una moda, un negocio. Ser Mentor es una forma de vivir, un estado mental de auto-observación constante, una conexión profunda con la humildad, el amor y la actitud de servicio.
Si eres una persona que le llaman para pedir consejo, que le buscan por su buena energía, porque tienes la facilidad y disposición de escuchar, que sepas que a lo mejor llevas un Mentor en potencia dentro de ti.
Ahora, te sugiero que no conectes con tu Ego y pienses que con las tres cosas que te he dicho podrás dedicarte al Mentoring. No es tan sencillo. Por algo he creado una escuela que sigue un método avalado por la Neurociencia.
Para Certificarte como Mentor en Autoliderazgo en Escuela de Mentores, deberás someterte a un estudio de Neuro-Comportamiento y alcanzar un C.E.C (Coeficiente de Eficacia Cerebral) mínimo sostenido durante 9 meses. De lo contrario, para la Escuela, no estarás preparada aún para Mentorizar a nadie. Ya contigo te basta y sobra.
Acompañar a una o varias personas a que conecten con el líder que llevan dentro y que entrenen su mente y su cerebro para que trasciendan los limitantes que les llevan a sufrir, es una responsabilidad gigantesca. Y yo me la tomo muy en serio.
Luego de leerme, si te ha llamado la atención el Ser y Certificarte como Mentor de ti, pídenos información sobre la Certificación. Pero si no lo tienes claro aún, puedes suscribirte en la escuela virtual y adelantar por tu cuenta módulos de crecimiento personal que ofrecemos en la plataforma.
Tienes dos modalidades que se adaptarán a tu presupuesto de inversión mensual. Si te interesa haz click aquí.
Espero verte en alguno de los entrenamientos.
Gracias por existir.
Fundador HumansValley – TEDx Speaker.